Regreso, El by Patterson James

Regreso, El by Patterson James

autor:Patterson James
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9786075274492
editor: Editorial Océano


Capítulo 12

Mientras dejaban el estacionamiento a bordo de la camioneta, Mack se preguntó por enésima vez por qué demonios le había dicho eso a Ashley la noche anterior. No había tenido la más mínima intención de acostarse con nadie más, y había sido un imbécil por fingir que lo haría, sobre todo después del beso que se dieron.

¡Dios, ese beso! Casi le había quemado las botas. No recordaba lo que se sentía tenerla entre sus brazos, hasta ese momento. Y una vez que las memorias lo inundaron, no había manera de que comprendiera por qué demonios la había dejado hace años, por el dudoso y pasajero placer de acostarse con una chica de pechos grandes y falda corta que ni siquiera había terminado la preparatoria.

—Soy un idiota —dijo en voz alta, sorprendiéndolos a ambos.

—No lo discuto —replicó ella simplemente, con los ojos atentos a la carretera.

Faltaban sólo unos días para el próximo rodeo, por lo que habían decidido emprender el camino hacia allá en vez de regresar a Sunnybell, que estaba en la dirección opuesta. Al menos tendrían algunos días a solas. Otros competidores habían decidido hacer lo mismo y conducían rumbo al rodeo.

—No sé por qué dije eso anoche —suspiró Mack, recargándose en el asiento—. Dormí en la camioneta, nunca se me habría ocurrido hacer otra cosa.

—Puedes hacer lo que quieras, Mack, es tu asunto. No te preocupes por eso —dijo ella, pero la decepción era tangible en su voz, y Mack quiso darse de golpes a sí mismo. Con sólo esa estúpida frase, probablemente había reafirmado todo lo que ella pensaba de él.

—En contra de la creencia popular, no soy el patán que crees. He cambiado mucho desde los 19 años, aunque no lo parezca.

Comenzó a llover y las primeras gotas estallaron en el parabrisas. Ella encendió los limpiadores a la velocidad más baja y lo miró de reojo antes de encogerse de hombros.

—Como te dije, lo que hagas es tu problema. Lo único que sí me parece evidente, es que sigues amando a las mujeres. Más que nunca.

—Bueno, eso no ha cambiado —admitió, sin poder evitar una pequeña sonrisa—. Sigo amando a las mujeres y las mujeres me aman a mí, pero aprendí una enorme lección desde que rompimos: nunca volví a engañar a otra chica y nunca volveré a hacerlo. Jamás me sentí peor, y planeo evitarlo el resto de mis días.

—Te sentiste así porque fuiste un desgraciado —declaró ella, haciendo una leve mueca con la boca, aunque sus ojos seguían enfocados en el camino—. Pero me alegro de que hayas aprendido algo. Y que conste que has demostrado ser un gran tipo durante las últimas semanas. No habría podido lograr lo de ayer sin ti.

—Sí hubieras podido.

—No, no lo habría hecho —repitió ella, negando con la cabeza—. Estaba lista para salir corriendo con la cola entre las patas, pero tú me convenciste de seguir.

El cumplido se sintió bien. Mack respiró, permitiendo que esas palabras le calentaran la piel antes de volver a hablar.

—La verdad es que me sorprendió que te paralizaras.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.